Wednesday, August 13, 2008

The Dark Knight

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País de origen: EEUU (2008)

Duración: 152 minutos

Recuerdo muy pocas películas que hayan llegado con tanta polémica a su alrededor como The Dark Knight (a diferencia de las anteriores, esta no lleva la palabra ”Batman” en el título, pero no se preocupen, sí sale). Todos los comentarios publicitando el hecho de que sería una versión mucho más seria, la noticia de que Matt Damon se uniría al casting, su rechazo posterior y la lista de personalidades que desfilaron antes de decidirse por Aaron Eckhart, el hecho de que Katie Holmes no aceptara participar en esta secuela (restándole fuerza a una continuación) y, por supuesto, la repentina muerte de Heath Ledger. Después de que Johnny Depp lograra una nominación al Oscar por su creación de Jack Sparrow en “Pirates of the Caribbean”, mucho se estuvo hablando de que el Joker de Ledger seguía los mismo pasos, al no tener referencia previa (no sé cómo Jack habrá tomado esos comentarios). En poco más de 2 semanas después de su estreno, estableció 7 nuevos records referentes a dinero recaudado, por no decir que se colocó en la posición #1 de la IMDB de las mejores películas en tan solo dos días (esto solo refleja fanatismo, pero la anterior marca de The Lord of the Rings (si mal no recuerdo) fue de alrededor de 1 semana, por lo que no es cualquier fanatismo, sino uno inyectado en altas dosis). Había tanto ruido alrededor de esta producción que decidí no dejarme llevar por la onda expansiva y esperé a que se calmaran las aguas… o, en este caso, hasta que mi hermano y mi primo me convencieron después de mucha insistencia.

Chirstopher Nolan, uno de mis directores favoritos (Memento, The Prestige) toma de nuevo en sus manos esta nueva visión del héroe de Gotham City y durante 152 minutos coloca en escena al que es sin duda el mejor reparto en toda la historia de las películas basadas en un comic: en las posiciones frontales tenemos a Christian Bale, Heath Ledger, Aaron Eckhart y, sustituyendo a Katie Holmes, Maggie Gyllenhaal. No estando mal, lo relevante es la secundaria, la cual es digna de los Steelers de los 70’s: Sir Michael Caine, Gary Oldman y Morgan Freeman (digo, que tan seguido tienes ocupando tus papeles de soporte a más de un ganador de premios BAFTA, Globos de Oro y premios de la Academia).

Mis expectativas estaban confusas: opiniones por un lado sobre el poco gusto del director sobre la excesiva violencia de la cual estamos hasta el queque; por otro, comentarios como “es la mejor película basada en un personaje de comic que jamás haya visto” (alas, estoy citando a alguien altamente fanático de Batman, por lo que tomé estas palabras con la mayor prudencia a mi alcance). Ahora, para serles, sinceros, salí de la sala y seguían casi igual de confundidas.

La trama es larga y algo compleja, aunque no tanto como los personajes. La ventaja de tener a Sir Michael Caine, Morgan Freeman y Gary Oldman cuidando los papeles de reparto es que puedes confiar que algo puede salir de estos momentos, incluyendo un alto nivel de adaptación a la trama y explotación de los papeles. Harvey Dent no es en esta ocasión íntimo amigo de Bruce Wayne, pero esto permitió a Aaron Eckhart mostrarse fuerte ante un jurado y completamente intimidado ante la presencia del millonario. Maggie Gyllenhaal entregó una Rachel Dawes no muy brillante, pero en general me gustó más que Katie Holmes. Quizá quien menos me convenció fue el mismo Christian Bale. Como Batman no tenía que hacer gran cosa, ya que su voz estaba deformada (para disfrazar su identidad), lo que bien puedo haber sido producto de un sintetizador. Bruce Wayne en mi opinión si daba para mucho más, pues tenía varios momentos de conflicto (al punto incluso de la desesperación) y no me transmitió gran cosa (estudiando al Joker, mucho mejor la seriedad total frente al monitor de Michael Keaton). Para actuaciones de Bale, me quedo cualquier día de estos con su participación en The Prestige.

Heath Ledger se tiene que tocar aparte. ¿Su actuación es distinta? Sí. ¿Realmente representa un psicótico que trasmite miedo? Sí. ¿Es una actuación para Oscar? No importa. Recuerdo que mi principal conflicto con la primera versión de Batman (1989) era precisamente el Joker. Jack Nicholson es uno de los mejores actores que ha dado Hollywood, sin embargo el estereotipo implantado por Cesar Romero no podía ser simplemente ignorado (es como querer ponerle un traje de Superman a Nicolas Cage o que Bruce Wayne pueda ser rubio y que el público se lo trague bajo el comercial de “quería hacer mi propia versión”). Irónica la vida que 19 años más tarde trae de nuevo el primer encuentro entre Batman y su Némesis donde ahora la parte relevante es la caracterización que Ledger logra en esta su versión del payaso. Me enteré que para lograr esta personificación, este actor australiano utilizó como principales influencias “The Killing Joke”; “Arkham Asylum” y “A Clockwork Orange”; las dos primeras son novelas gráficas referentes a Batman. La última, bueno, cualquier recordatorio sobre el Alex de Stanley Kubrick creo que sale sobrando. Con estas premisas, creo que realizó el mejor trabajo que hubiese podido hacer y le dio al mismo tiempo un nivel distinto a la película. Su personaje se refuerza con el hecho de que Christopher Nolan no toca el origen el Joker en momento alguno con la mira a darle una sensación de completo: “es lo que estoy mostrando”. Hay una escena donde la policía tiene al Joker en prisión y se cuestionan sobre su identidad, a lo que las investigaciones responden “cero”: no hay registros de antecedentes, huellas dactilares, muestras de ADN o huellas dentales. Esta descripción es acompañada por el rostro cabizbajo pero mirada de maldad que Ledger logra colocar frente a la cámara, lo cual cierra el círculo y entrega al público algo desconocido, casi inhumano, inmensurable, elementos esenciales para una adecuada entidad de terror.

Creo que mi única queja con respecto a este nuevo gran villano del cine es su imposibilidad. Leyendo “Arkham Asylum” se entra en una realidad alterna, por no decir, surrealismo alterno. Ahí las líneas del Joker son una mezcla entre filosofía y poesía, pero incluso las ilustraciones lo son. “The Killing Joke” nos cuenta parte de los orígenes de este desquiciado personaje, resaltando su mediocre vida hasta antes hasta que un accidente lo transforma en demente trastornado. Ahora, un demente no adquiere mágicamente el conocimiento. Varias de las líneas de Ledger a lo largo de la trama son dignas de Hannibal Lecter. Si me preguntan, este Joker es un Lecter en potencia. Pero las líneas de Lecter son completamente creíbles ya que se asume que esta es una persona exageradamente culta y preparada. Si me van a salir con que el Joker en su vida anterior fue PhD en sociología por Yale, regresamos al asunto de las versiones demasiado suigéneris. Recordando mis palabras cuando íbamos bajando de La Cúspide por las escaleras eléctricas: “Ese que pusieron en pantalla no puede ser el Joker. No sé quien sea, pero he de admitir que les quedó un gran personaje”.

Quiero retomar un comentario que menciono antes: “es la mejor película basada en un personaje de comic que jamás haya visto”. Por la persona que me lo hizo, la tome como una exageración devenida de una buena experiencia. Después de ver The Dark Knight temo admitir que estoy de acuerdo. No por mucho, pero creo que también es la mejor película basada en un persona je de un comic que yo jamás haya visto. Lo interesante es que no son muchas las películas que recuerde estén basadas en un personaje de algún comic y que no sean películas de personajes de comic. Este es el caso de The Dark Knight, una película basada sí en el personaje de Bob Kane, sin embargo no obedece a los lineamientos presentes en las cintas de superhéroes. El escenario esta llevado al mundo real (con sus medidas exageraciones) y eso es lo que hace al Joker más horrible: bien podría ser una ‘persona’ de nuestro mundo (más bien de la realidad estadounidense, pero real al fin de cuentas). Esta es quizá su mayor fuerza y a la vez uno de sus mayores problemas. Verán, yo tengo en especial un conflicto con los brincos ontológicos. Una historia tiene que estar establecida en un universo el cual obedece ciertas reglas. En cuanto estas reglas se alteran, siento que el director nos está jugando sucio o simplemente no está haciendo un buen trabajo. Si realizan una película no en el mundo de DC, sino en el nuestro, mis respetos, pero tiene que haber cierto grado de congruencia. Si una explosión destruye una estación de policía y todos los presentes mueren o se desmayan por la explosión y solo una persona queda de pie, sacudiéndose tan solo el polvo, esto es algo que podría pasar en un comic (o en películas como Top Secret) y tenemos que lidiar con ello, pero aceptar detalles como este (que en la cinta sucede uno que otro) para una realidad estándar, transforma una gran historia en blockbuster de Hollywood.

Para terminar, me encantaría comentar la escena que más disfruté. No voy a echarles a perder este momento, pero si no la han visto, me gustaría que la tuviesen presente. ¿Batman es un héroe? Sería difícil responder algo distinto a “sí”; más de alguna vez he escuchado como en la Liga de la Justicia es quien más merito tiene pues no es un “superhéroe” (también están los que opinan que quién necesita ser superhéroe cuando tienes la tecnología del mundo en recursos aparentemente ilimitados a tu alcance). Ahora, si a mí me preguntaran sobre el momento más heroico de todo el guión, hay una escena donde el capitán de un ferry le entrega un control remoto a un prisionero tatuado (interpretado por Tommy Lister, el presidente en The Fifth Element) que se lo pide. Tengan esta idea presente cuando la vean y después coméntenme qué opinan. Al final, ignorando la posible vergüenza, no puede sino aplaudir.

La película está llena de acción, violencia, algo de terror (bueno, el Joker está bien feo) y mucho material para reflexionar. La vi en una segunda fila y no fue tan malo como pensaba. Definitivamente vale la pena verla en pantalla grande y así además podremos comentar una de las mejores películas de este verano. No considero que sea una película apta para niños, al menos no menores de 10. Más de una persona me ha comentado que cometió la imprudencia de llevar a sus hijos solo porque era una historia de “Batman” y se arrepintieron de ello. Dura dos horas y media y para el final ya resentía yo la pesadumbre (mucha oscuridad y agresión), pero la acción y el suspenso pueden mantener sopesar bastante bien este efecto.

Cuídense mucho, dedíquenle tiempo al séptimo arte y nos vemos en el cine.

You are afraid to die, but you don’t know how to take a life. Give me the remote. You can say later I took it from you by force. Give me the remote so I can do what you should have done 10 minutes ago”.

The Tattooed Prisoner

The Dark Knight

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